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Las Ruinas Jesuíticas de San Ignacio se ubican en el noreste de la provincia de Misiones, son las reducciones más emblemáticas de la Compañía de Jesús en América y las que en mejor estado de restauración se encuentran de los siglos XVII y XVIII. En 1984 fueron declaradas Patrimonio Universal de la Humanidad por la UNESCO.
Las ruinas se encuentran en el pueblo de San Ignacio a orillas del río Yabebirí, donde en 1610 los Padres José Cataldino y Simón Maceta enviados por la Compañía de Jesús (Es una orden religiosa de clérigos regulares de la Iglesia católica, sus miembros son comúnmente conocidos como jesuitas fue fundada en 1534 por el español Ignacio de Loyola) establecieron la Misión de San Ignacio Miní que tenía como objetivo evangelizar a los nativos guaraníes.
El estilo edilicio de este establecimiento es denominado "barroco - guaraní" y se terminó de construir por completo en 1696. Alrededor de 1715 vivían unas 4000 personas y su estrecha relación con el río Paraná le permitió al pueblo mantener un constante intercambio con las otras reducciones de la región.
En 1767 los jesuitas fueron expulsados de América por el rey Carlos III de España y de esta manera las reducciones fueron abandonadas y la selva comenzó avanzar sobre ellas, también cabe destacar que en 1817 las tropas paraguayas tiraron abajo gran parte de los establecimientos edilicios hasta que en 1940 comenzó la protección y restauración de todo el área.
El trazado de la ciudad es uno de los más notorios trabajos de los jesuitas: La plaza de armas (actual patio central), el cabildo, la iglesia, las viviendas de los religiosos y de los nativos, el cementerio, el hospital, el colegio, los talleres y los almacenes son parte de las construcciones que daban forma a esta clase de poblado. En su mayoría las construcciones estaban realizadas con la piedra local: el asperón rojo.
La vida de la misión giraba en torno a la plaza central. La entrada principal era una calle central cuya perspectiva estaba focalizaba en la portada del templo. Algunos de los inmensos muros de piedra roja, se mantienen en pie a pesar de los años y todavía muestran restos de la decoración barroca ornamentada con figuras de ángeles, palomas y flores.
De estas construcciones dentro de San Ignacio Miní, la iglesia conforma una de las edificaciones más impactantes y actualmente es de las más visitadas en el recorrido. Su fachada es de estilo barroco con ladrillos rojizos, su interior de 74 metros de largo por 27 metros de ancho alcanzaba los 15 metros de altura en sus orígenes. En la actualidad se pueden ver 10 metros de altura en sus muros laterales.
En el ingreso a las ruinas también se puede visitar un pequeño museo que guarda restos arqueológicos de gran valor, como piedras labradas, herramientas e instrumentos musicales, entre otras cosas.
En el museo hay una maqueta con la distribución urbana de la reducción: está la Iglesia, a su derecha se ve el cementerio dividido en 4 sectores, por dos calles que se cruzaban. También se puede observar una estructura llamada cotiguazú donde vivían las viudas, huérfanos y ancianos, que eran ayudados y sostenidos por toda la comunidad. En el medio de la maqueta se encuentra el patio central o el de armas.
Para facilitar el contacto de los participantes con la actividad, los participantes podrán realizar consultas, enviar sugerencias o realizar algún reclamo escribiendo un email a la dirección argentinanetworkdv@gmail.com indicando en el asunto la referencia:
"Conociendo Argentina".